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lunes, enero 21

Sueños en el Destino Capitulo 6



Subimos hasta el cuarto piso de los departamentos, Sebas abrió la puerta que tenía el número doce.

-El dueño me ha prestado las llaves.- dijo mientras cerraba la puerta tras de él, al ver la confusión en la mirada de las muchachas.

Nosotros ya habíamos venido, y personalmente me gustaba más el 15, el otro departamento que se encontraba en el siguiente piso, aunque eran muy parecidos, tenían una gran diferencia en el tamaño de las habitaciones, aquel tiene menos espacio para vestidores, cosa que no es necesario para nosotros, incluso la tercera habitación ni siquiera tiene, por lo que lo podríamos usar de oficina; en cambio este solo tiene dos y ambas con vestidores más grandes. Fuera de eso, lo demás es lo mismo. Así que si quiero quedarme con el 15, necesito controlar la situación. En algunas ocasiones puede ser muy sencillo manipularlas, pues ya sé cómo funcionan sus mentes retorcidas. Pero en otras, el que crea que van a reaccionar de cierta forma es lo que hace que sea yo quien caiga en su juego. Se puede decir que cada quien tiene sus propios trucos. Trucos que hacen de este juego algo realmente entretenido. Lo importante es saber cómo y cuándo usarlos.


Todo el tiempo mientras veían ambos departamentos estuvieron calladas, una vez que terminamos, nos regresamos al 12 por que ellas querían “verlo  de nuevo y compararlo” llegamos, y todos nos paramos en el puro centro de la habitación, que empiece el juego.


-¿bueno y que les parece?- les pregunté

-nos quedamos este.- dijo Lina mirándome fijamente.

-perfecto, entonces nosotros nos quedamos con el otro.-dijo Sebas mientras se acercaba a Yanne que parecía perdida mirando por la ventana. Cuando puso sus manos en los hombros de ella, se sobresalto, algo tenia, la conocía lo bastante bien, para saber cuando algo iba mal. Eso podría esperar un rato más, ahora era el momento de pelear por lo que quería, pero no entendía muy bien que truco habían utilizado para quedarse con el departamento de arriba.

-Pues no. Yo quiero este, ustedes quédense con el 15.- dije mientras le arrebataba las llaves a Lina que hace tan solo un momento se las quito a Sebas de la mano.

-Dame esas llaves Luca, es obvio que prefieren aquel, no sé qué intentas hacer, solo dámelas…-

-¡NO!- le dije mientras levantaba la mano lo bastante alto para que no las alcanzara. No es que ellas fueran chaparras, son de estatura promedio, pero claro ¿con tacones quien no crece? Supongo que es un capricho mas sobre la vanidad, si creces pero ¿a qué precio? Cómodos no son. Ya los he usado y son una tortura medieval. Y al parecer ellas han de ser un par de masoquistas, ya que siempre los usas, estoy convencido que incluso para bañarse usan tacones. Pero seguro que no duermen con ellos puestos, porque no son necesarios.

-¡Que me des las malditas llaves!-esta vez Lina parecía enojada, tal vez esa era la táctica que estaba usando, quizá piense que al gritarme, me haga pensar que en verdad quiere este departamento y haga que yo lo quiera, y hasta que no esté convencida de ello, fingirá que en verdad lo quiere para al final usar psicología inversa para que ellas se queden con el 15. Pero ya descubrí su plan y no les funcionara. ¡JAJA!

-¿cuándo te bañas usas tacones?- lo dije sin pensar. –Digo, que nosotros nos quedaremos con este, tiene mejores vestidores y como tenemos demasiada ropa para vernos bien bonis, nos conviene. Lo siento perdiste. Te tendrás que conformar con el otro, lastima, suerte para la próxima, sigue participando. Recuerda: come frutas y verduras, aliméntate sanamente. El cigarro te mata. Si tomas no manejes. Bye

-¡Pero qué…!!! Lucas !por Dios!!! Si fuera por ti usarías los mismos tres cambios de ropa el resto de tu vida. Casi casi haces una manifestación contra “El cambio diario de ropa”-no estaba seguro si su tono era burlesco o sarcástico. Ahora sí, ya no estaba seguro si iba ganando o perdiendo.

-Oye era un muy buen plan. Si hubiera juntado las firmas necesarias se hubiera llevado a cabo. Y claro gente, porque no puede hacerse con solo una persona. Lo peor es que ni tu mejor amigo te ayuda.-dije mientras volteaba hacia Sebas que seguía parado junto a Yanne, ambos seguían sin decir palabra alguna, solo estaban ahí viendo por la ventana, como si estuvieran perdidos. –Además, fui a rehabilitación y ahora soy un comprador compulsivo que tiene miles de prendas innecesarias guardadas hasta en los zapatos porque en mi pequeño armario ya no cabe ni el aire. Así de mal estoy, por lo que necesito estos grandes vestidores, ahora vivo y respiro por la ropa cara que solo uso una vez en la vida, que después se queda todita arrugada, metida en esos zapatos que huelen feo ya. ¿Qué no tienes compasión por aquellas prenditas?- trate de fingir el mayor sufrimiento del mundo que podía.

-Claro pues ya que revelamos nuestros secretos quiero confesar que soy una payasita que viene del espacio para gobernar a los dulces y que goza de comer niños.- ahora si estaba seguro que aquel tono, era sarcasmo.

-queras decir gobernar niños y comer dulces ¿no?- le pregunte, sabiendo que se había equivocado y que empezábamos a desviarnos del tema, y así conseguiría mi meta, solo un poco más.

-NO. Como niños y gobierno dulces… ¡Maldita sea Lucas dame esa llaves!!! ¡No sé qué rayos piensas! - empezó a tratar de quitármelas, intento subirse en mí, pero los dos caímos al suelo y las llaves salieron volando hasta un extremos de la habitación. Empezó a arrastrarse por el suelo para llegar a ellas pero la agarre de la pierna para que no llegara, y me dio una patada en la cabeza así que yo también me empecé a mover para conseguirlas, más ella sujeto mi pantalón para que no siguiera, sin embargo solo consiguió quitarme el zapato. Cuando por fin casi las alcanzamos, ambos nos estiramos para tratar de apoderarnos de ellas antes. En eso otra mano las agarro. Por fin Sebas había decidido intervenir. Pero fue Yanne quien hablo:

-Levántense ustedes dos. Acaso ¿están locos o qué? Luca, no todo es una competencia o un juego, no hay truco, tu quieres el 15 y Lina el 12, no veo cual es el problema.- se había molestado en verdad. Nos levantamos e intente decir algo pero siguió hablando –háblale a quien le tengas que hablar y dile que los queremos y que nos dé fecha para mudarnos. Ahora vamos.

-Yanne…-

-¡oh cállense ustedes dos!!- nos interrumpió a ambos, se había molestado, pero claro nunca se enojaba, eso era lo que más me gusta de ella, se puede disgustar por momentos pero nunca se enfadaría de verdad conmigo, pero que se le puede hacer, ella me ama, al igual que todas las  mujeres, pero no es mi culpa, soy un amor. 


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